Iconos pintados

S. XIV, Nicolás Cabasilas: «La pintura del icono lleva de una manera silenciosa delante de los ojos lo que las palabras llevan al oído… La escritura y la imagen se señalan mutuamente y mutuamente se explican» (La divina liturgia, 22, 2).

Los monjes de la Fraternidad Monástica de la Paz, escriben los santos iconos empleando las técnicas tradicionales de temple al huevo o bien las técnicas de los iconos murales, más actuales. De cualquier modo, esta es su manera de anunciar a Cristo, de hacerlo presente en medio del mundo, en las casas, en las iglesias…

Habitualmente, preferimos elaborar los iconos pintados tras haber recibido el encargo concreto. Desde el primer momento de la elaboración del boceto, los hermanos oran por aquellas personas que venerarán este icono. Al preparar la tabla, como quien reviste un altar, con el mantel blanco, la presencia del Invisible va dejando su huella en el icono. Las diferentes capas de levkas, el dorado con arcilla de Armenia y pan de oro bruñido con piedras de ágata, o la preparación de la emulsión a base de yema de huevo con la que después se mezclarán los diversos pigmentos, hasta el acabado final, toda la realización del icono se convierte en oración y proclamación de la gloria de Dios, que se nos hace el encontradizo y nos mira a través del icono.

Del mismo modo, en la técnica mural, si bien se simplifican los materiales a emplear, el iconógrafo se esfuerza en ser cauce a través del cual, el Espíritu Santo lleva a cabo su obra.

Te presentamos algunas de las imágenes que te pueden servir para buscar «tu icono». Contacta con nosotros en el formulario situado más abajo.

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